Había una vez un pequeño pueblo muy triste y gris. Sus habitantes no lo habían cuidado, y aunque tenían grandes inventos, juegos e industrias, habían tirado tantas basuras y suciedad en los campos, valles, llanuras y en los ríos, tanto así que lo contaminaron todo, y ya no quedaban casi plantas y sus animales eran pocos.
Un dia, caminando por su pueblo, Juanito encontró una pequeña flor multicolor en una cueva. Estaba muy enferma, a punto de morir, así que con mucho cuidado la recogió y a buscar un lugar donde pudiera cuidarla y protegerla.
Buscó y buscó por todo el pueblo, pero estaba tan contaminado que no podría sobrevivir en ningún lugar. Alzo su vista al cielo y observo una nube, se veía tan acolchada, tan pura, un lugar adecuado para su pequeña flor. ¡NO!- pensó Juanito, es imposible, recuerdo que mis maestros y mis padres me dijeron que las flores no solo viven del aire.
Desilusionado bajo su vista, observo una roca: ¡Que linda se veria mi flor debajo de ella, toda protegidita y calientita!, Oh!, pero Anita mi mejor amiga me explico la fuerza de gravedad, mi pobrecita flor moriria aplastada en el acto.
-Y que tal en aquel lago...que mala suerte tengo, contiene todos esos plásticos, botellas y basuras. Mi hermosa flor perdería sus pétalos debido a la contaminación.
Camino durante toda la mañana, Juanito observo como su flor iba perdiendo sus colores. Desesperado y con lagrimas en sus ojos, alzo su vista una vez más al cielo y observo un pequeño colibrí que construía su nido con ramas quebradizas encima de un árbol viejo y desgastado.
-Psss, pequeño cantor, ayúdame ella se muere.
-¿Quién se muere?
-Ella mi pequeña flor- contesto mostrándola en sus manos.
-Recuerdas niño cuando el sol salia por las mañanas, los pajaros cantábamos con alegría, los animales silvestres y domésticos jugaban en el bosque, los arboles eran verdes, y los humanos cuidaban de nuestra existencia. Todo ello se ha perdido y no regresara, así que mejor despídete de tu amiga.
-Pero...pero no hay nada que yo pueda hacer al respecto?.
-Detrás de este árbol existe un pequeño prado, a su lado pasa un pequeño riachuelo, que cada vez se hace más débil. Intenta plantar tu flor allí, pero no te aseguro que algo suceda.
Juanito alterado planto su pequeña flor en ese terreno y con sus manos recolecto agua del riachuelo para regarla. Deseaba con tantas ansias que su flor recuperara su aspecto. Pero ese día nada sucedió.
Durante algunas semanas Juanito iba a visitar a su amiga y al colibrí, colibrí no tenía esperanzas en aquella flor, tantas veces los hombres le habian desilusionado que penso que los esfuerzos de Juanito eran en vano. Pero Juanito no desistió, y puntualmente cada mañana iba y regaba a su pequeña flor.
-No se recuperara- solía pensar Juanito y de solo pensarlo se ponía a llorar.
Hasta que un día ocurrió lo inimaginable. Colibri aleteo con todas sus fuerzas y llego a la casa de Juanito.
-Juanito, Juanito, despierta tienes que ver esto.
-Ahmm...que sucede.
-Solo sigueme.
Juanito lo persiguió, corrió por los anchos valles color sepia debido a la imprudencia de los actos de los hombres, hasta que llego donde se encontraba su flor.
El árbol que le brindaba la sombra tenía colores más vivos, y habia germinado una pequeña ramita con hojas. Maravillado dio la vuelta alrededor del roble, y la encontró allí, mirando al cielo con sus pétalos amarillo, rojo, naranja, azul, verde, morado y lila. Su pequeña flor habia revivido y de sus pétalos se deprendían luces de colores que se reflejaban en los cielos.
-¿Pero que es esto?- dijo Juanito asombrado.
-Debido a tus esfuerzos, ella ha revivido, y ha desprendido unas cuantas semillas. Mira más de cerca.
Juanito al acercarse a su flor, observo como pequeñas matitas y brotes germinaban en el suelo.
-Tus esfuerzos y las semillas que obsequio tu amiga al suelo han dado origen a otras plantas que pronto daran flores y frutos.
Juanito sonrio de alegria.
Han pasado unos cuantos meses, el pueblo de Juanito ya no es como era antes. Estas flores desprendian un aroma especial que atraia pequeños insectos, los cuales a su vez atraian a los animales que se habian ocultado en las cuevas y llanuras debido al temor por su hábitat antes destruido. Los valles y llanuras se llenaron de un espersor verde.
Otros pueblos contentos de ver el cambio de esta comunidad, ayudaron en la limpieza del riachuelo y de otros ríos, provocando que emanaran la más pura y limpia de las aguas que el hombre jamas alla visto.
Pero ustedes se preguntaran que paso con nuestra pequeña amiga, la flor multicolor. Ella cada verano y cada vez que el sol se asoma por el horizonte abre sus pétalos durante algunos minutos y en el cielo se dibuja un arcoiris.
